Los días 22 de febrero, 7 y 28 de marzo, y el 18 de abril tendrán lugar varias conferencias en Madrid que conforman un ciclo formativo bajo el título de Pistas ecológico-sociales para orientarse en el siglo de la Gran Prueba.
El programa es el siguiente:
- 22 de febrero: Cambio climático, a cargo de Jorge Riechmann.
- 7 de marzo: Cénit del petróleo y crisis energética, a cargo de Adrián Almazán.
- 28 de marzo: Déficit de ecosocialismos, a cargo de Emilio Santiago Muiño.
- 18 de abril: Ecofeminismos para el siglo XXI, a cargo de Yayo Herrero.
Las charlas se realizarán en la oficina europarlamentaria de Podemos en Madrid (C/ Embajadores, 35, local 6).
Organizan conjuntamente: Podemos – Comunidad de Madrid (área de formación) y GinTRANS2.
Presentación del ciclo (por Jorge Riechmann)
El año 2015 fue el más cálido en el planeta Tierra desde que hay registros (1880). Y 2014 fue el primer año, a lo largo de toda la Era Industrial, en que la disponibilidad de energía primaria per cápita disminuyó con respecto al año anterior (exceptuando shocks del petróleo exógenos como el de 1973-74). Estas dos dinámicas —calentamiento climático y escasez creciente de energía y materiales— están determinando ya, y van a hacerlo de forma mucho más intensa, el destino de los seres humanos en el siglo XXI —que cabe llamar el Siglo de la Gran Prueba—. Estamos en una situación de emergencia planetaria, y los tiempos que vienen son muy duros.
No se trata sólo —¡sólo!— de un «nuevo modelo de desarrollo»: se trata de salir del capitalismo. No se trata tampoco de «aportar cada cual su granito de arena», como suele decirse; se trataría de transformaciones revolucionarias en un tiempo récord. Ojalá el reto fuese algo más sencillo, como —pongamos por caso— los nuevos Objetivos de Desarrollo del Milenio que ha propuesto NN.UU. para el periodo 2015-2030. Pero no es así: la cuestión es enfrentarnos a la contracción económica de emergencia que necesitamos (para evitar el calentamiento climático catastrófico —si es que aún es posible) saliendo del capitalismo.
Hoy ya no bastan los cambios incrementales, las medidas graduales relativamente indoloras que hubieran sido posibles de haberse comenzado la acción necesaria hace dos o tres decenios (como los impuestos al carbono que, de todas formas, seguimos preconizando). Necesitamos cambios estructurales muy profundos, un verdadero volantazo para impedir que el vehículo civilizatorio donde viajamos se precipite al abismo que ya está muy cerca. Y, por eso, los análisis del ecosocialismo y el ecofeminismo (los ecosocialismos y los ecofeminismos) resultan más actuales que nunca.
