El pasado martes 26 de octubre el geólogo y divulgador Antonio Aretxabala participó junto con Julen Rekondo en una ronda de comparecencias ante la Comisión parlamentaria encargada en la Comunidad Foral Navarra de elaborar la Ley autonómica de Cambio Climático y Transición Energética. En su línea habitual, y siguiendo el compromiso con la verdad sin medias tintas de otro científico como Antonio Turiel en la comisión análoga del Senado español hace unos meses, Aretxabala criticó con suma dureza el proyecto de ley. A continuación seleccionamos algunas de las ideas trasmitidas por el geólogo y ofrecemos los vídeos de su intervención y de la reveladora ronda de preguntas de los diversos grupos políticos:
decrecimiento
13 Medidas para un cambio sistémico (propuestas por Jorge Riechmann)
(Las siguientes medidas están extraídas de un reciente artículo publicado por Riechmann en Viento Sur. Han sido también adaptadas a un formato más visual con la ayuda de Txus Cuende y el Instituto Resiliencia. Si quieres ayudar a difundirlas por las redes sociales puedes usar #13MedidasCambioSistémico)
Decrecimiento: nuevas raíces para la economía (carta abierta)
(Publicada el 13/05/2020 en la revista Ctxt.es y en otros medios en varios países, y firmada por más de un millar de personas de 60 países dedicadas a la investigación, bajo el nombre colectivo de Degrowth New Roots Collective. El texto incide en la línea abierta previamente por otros manifiestos académicos publicados en Países Bajos y en Euskal Herria.)

Francesca Van Daele
La crisis desencadenada por el coronavirus ha puesto al descubierto muchas debilidades de nuestra economía capitalista obsesionada por el crecimiento como la inseguridad, sistemas de salud menoscabados por años de austeridad y la infravaloración de algunas de las profesiones más imprescindibles. Este sistema, basado en la explotación de las personas y de la naturaleza, es severamente propenso a sufrir crisis, que son de hecho consideradas normales. Aunque la economía mundial está produciendo mucho más que nunca, no se ocupa del cuidado de los seres humanos y del planeta; en su lugar la riqueza es acumulada y el planeta arrasado. Millones de niños mueren cada año por causas evitables, 820 millones de personas están desnutridas, la biodiversidad y los ecosistemas están siendo degradados, los gases de efecto invernadero continúan elevándose provocando un violento cambio climático antropogénico con aumento del nivel del mar, tormentas devastadoras e incendios incontrolables entre otros fenómenos.
Acuerdo PSOE-Podemos: ¿Creer en cuentos de hadas?
(Nos hacemos eco del artículo recientemente publicado por los miembros de XR-Barcelona Àlex Guillamón y Jaume Osete —en catalán y castellano—, que recuerda muy oportunamente que parte de las personas implicadas de una u otra forma en el nuevo gobierno —incluyendo algunos ministros y un vicepresidente— son firmantes de nuestro manifiesto.)
Hace poco más de 5 años, en verano de 2014 salió a la luz un manifiesto titulado Última Llamada que trataba de ser una alerta y al mismo tiempo un compromiso frente a la crisis eco-social. Entre la lista en orden alfabético de sus 258 primeras firmas podemos encontrar algunas figuras políticas actualmente muy relevantes dentro del universo de Unidas Podemos y sus confluencias:
1. Ada Colau, activista social pro derechos humanos en la PAH
7. Alberto Garzón, economista, diputado por IU
136. Joan Subirats, profesor universitario y director del IGOP (UAB)
161. Juan Carlos Monedero, politólogo, activista social (Podemos)
189. Marga Ferré, coordinadora general de áreas de IU
198. Marina Albiol, eurodiputada (IU)
217. Pablo Iglesias Turrión, politólogo y eurodiputado (Podemos)
258. Yolanda Díaz, viceportavoz de AGE (Alternativa Galega de Esquerda), coordinadora de EU (Esquerda Unida)
¿Qué nos decían entonces estas aquellas personas, referentes en diferentes ámbitos, que firmaron el manifiesto? Veamos algunos de sus fragmentos (las negritas son nuestras)…
Un lustro del manifiesto Última Llamada. Reflexión de Anastasio Urra
Tras cinco años desde el llamamiento a la cordura del manifiesto Última Llamada, tratando de generar un debate amplio y transversal sobre los límites del crecimiento y sobre las posibles alternativas ecológicas y energéticas a un sistema que cada vez nos sume más en el caos, poco parece haberse generado tal debate, fundamentalmente en las esferas institucionales, tan vapuleadas estos días. Esta es mi reflexión, fundamentalmente desde la perspectiva socioeconómica y cultural, de dónde nos encontramos y porqué; una mínima aportación que espero pueda ser de utilidad, y que al menos llegará a miles de economistas del Estado, que, también es cierto, harán con ella lo que consideren.
(Entrevista previamente publicada en la revista Auditoría Pública, nº 73, con motivo de la publicación del libro Dirección Estratégica para el siglo XXI. La gestión ante los límites del crecimiento, obra del profesor Urra Urbieta.)
Auditoría Pública. Uno de los aspectos que más llaman la atención de su libro es la atención que presta a contextualizar el entorno actual. ¿Por qué este interés?
Mi extensa experiencia profesional, docente e investigadora me ha permitido constatar la creciente divergencia entre, por una parte, la Economía y la Gestión que se enseña en las universidades y se practica en nuestro sistema socioeconómico y, por otra, la realidad de nuestro mundo. En este sentido, la evidencia científica transdisciplinar sobre el estado de nuestro planeta y los magníficos retos a los que nos enfrentamos como civilización, plantean un conflicto claro y profundo con los valores del paradigma económico dominante, y en particular con los del paradigma dominante en la academia y la práctica de la gestión empresarial; hasta el punto en que estos incluso coartan actualmente las posibilidades de desarrollo humano en el planeta. De alguna manera, ni la mayor parte de la Academia ni, menos aún, la mayor parte de la práctica de la Gestión Empresarial utilizan aún las “lentes transdisciplinares”. Es como si en algún momento del camino, de su evolución, la Academia y la práctica empresarial hubieran perdido el contacto con el entorno; como si, de alguna manera, su evolución y su éxito hubiesen introducido un creciente componente cultural autista del que solo algunas partes de la comunidad académica y empresarial se libran.
De esta forma, la teoría económica y de la gestión de empresas convencional resulta insuficiente, fundamentalmente debido a la gran fragmentación del saber, a una reducción excesiva y a la confusión entre sistemas diferentes. En este sentido, podríamos establecer tres sistemas componentes de la estructura socioeconómica: el material, el institucional, y el axiológico. En el primer sistema se ubican los bienes y servicios, con fenómenos como la demanda y la oferta, los precios, la actividad empresarial, la estructura productiva, la distribución, etc. Es el campo de estudio más específico de la ciencia económica actual, sin perjuicio de que, por supuesto, ésta se asome además a las instituciones asentadas en el nivel sociopolítico, pero sólo en cuanto generan hechos conceptuados en ella como económicos. Así, por ejemplo, el Gobierno se considera únicamente como recaudador y gastador, o como regulador de la economía. En todo caso, a donde no llegan los intentos explicativos de la economía convencional es al tercer nivel, que contiene el sistema de creencias y valores, y los límites medioambientales, o las condiciones de contorno, en términos físicos, de los sistemas anteriores.
En fin, puestos a elaborar un manual, no quería obviar esta dimensión de nuestro sistema socioeconómico; o, más bien, no podía obviarla, pues, aun a riesgo de ir a contracorriente, considero su inclusión un imperativo ético categórico.
Turiel: «La transición a las energías renovables implica el fin del crecimiento y, por tanto, el fin del capitalismo»
En una interesante y completa entrevista de media hora realizada por Gema Castellano (Informativos.net) al físico Antonio Turiel, uno de los principales expertos en cuestiones energéticas en España, el científico del CSIC critica la ocultación que están llevando a cabo los diversos gobiernos a cuenta del fin de los coches diésel, y explica por qué una transición energética a las renovables implica forzosamente dejar de crecer y, por tanto, ir hacia economías de estado estacionario, incompatibles con el sistema socioeconómico actual. Además, insiste, dicha transición requeriría al menos 30 años de un esfuerzo equiparable a una «economía de guerra», que eliminase toda actividad superflua y concentrase todos los recursos económicos en dicha transición.
Teniendo en cuenta las condiciones del mundo real en que nos movemos (…) yo creo que podemos suministrar con energía renovable entre un 30 y un 40% [del total de la energía que consumimos hoy día]. Al margen del porcentaje concreto hay dos cosas en las que yo creo que todos los investigadores están de acuerdo: una, que hay un valor máximo, que ya no puede crecer. Entonces, cuando tú haces la transición a las energías renovables aceptas que acabarás en una situación de economía estacionaria. Es decir, el crecimiento del consumo de energía se detendrá, llegará a un máximo y ahí te quedarás —si lo mantienes, bien…— y eso implica en particular que se acabó el crecimiento económico, porque el crecimiento económico viene impulsado por el crecimiento en la disponibilidad de energía (si tienes más energía, puedes producir más bienes y servicios: puedes hacer crecer la economía). Entonces, el primer mensajes es (…) vamos a tener una economía de estado estacionario —esto es posible, pero hay que hacerlo, y es complicado—.
Y la segunda cosa, en la que yo creo que todo el mundo está de acuerdo es que una transición energética lleva décadas. Nosotros hicimos un estudio en el año 2012, en el que con ciertos parámetros estudiábamos el esfuerzo que se tendría que hacer para hacer una transición a un mix 100% renovable (…) pero incluso admitiendo que no hubiese esas limitaciones a la cantidad de energía a producir te salía que tenías que hacer un esfuerzo muy intenso durante 30 ó 40 años, en que esencialmente establecerías una economía de guerra y además consumirías una parte muy grande de las reservas conocidas de cobre y otros materiales estratégicos para hacer esta transición. (…) Una economía de guerra implica que, esencialmente, no hay actividades económicas superfluas: todo va dirigido a un único fin, que es conseguir hacer esta transición. Y luego ya veríamos cómo evolucionaríamos después… (…) El problema es que si justamente ahora que todo funciona con petróleo nos encontramos con que el petróleo decae muy deprisa, esto incrementa la urgencia de reaccionar y, sea como sea, empezar a hacer aquellos cambios que necesitemos.
En todo caso yo en lo que insistiría es que las energías renovables, al margen de cuánta energía puedan dar (…), nos llevarían a una situación estacionaria, en la cual una economía como la actual que se basa en el consumo y en el crecimiento, no podría mantenerse. (…) Hay que cambiar el modelo económico para poder funcionar con energías renovables.
Si [los gobiernos] dicen la verdad, la consecuencia inmediata es que la Bolsa se derrumba. Porque si tú dices la verdad, estás diciendo que el crecimiento económico se ha acabado. Si tú dices la verdad reconoces que la cantidad de energía de la que vamos a disponer no va a aumentar, y por tanto la economía no puede crecer. Y si el PIB no puede crecer, quiere decir que no tienen sentido las inversiones que se están haciendo ahora mismo, que se acaba la sociedad de consumo …que se acaba la sociedad del crecimiento. Si tú reconoces la verdad, que hemos llegado a los límites de capacidad de los recursos naturales, reconoces que se acabó el capitalismo, tal y como lo entendemos ahora mismo. Esa es la razón por la que no se habla de esto. Y es también la razón por la que, en el Cambio Climático, durante tantas décadas que se sabe que es un problema muy grave y muy serio, realmente no se ha hecho nada. Porque reaccionar implicaba un poco lo mismo: reducir —en aquel caso voluntariamente— nuestro consumo de combustibles, y al final acaba siendo el mismo efecto: es decir, atentaba contra las bases del capitalismo.
Entonces, ¿por qué no se hace nada?, ¿por qué no se dice la verdad? Porque no se quiere atentar contra las bases del capitalismo, y estamos intentando contemporizar a ver si encontramos una vía de escape, una fuente de energía milagrosa, o si las renovables nos dan un montón de energía, a ver si tirando un poco el balón p’alante podemos encontrar algo que nos permita salvar el día.
Manuel Casal Lodeiro: ¿Transición (Ecológica)? ¿Qué transición?
(Traducción actualizada por el autor de un artículo previamente publicado en gallego por la revista Luzes.)
Uno de los aspectos más novedosos y comentados del inesperado gobierno de Pedro Sánchez es el nuevo Ministerio para la Transición Ecológica. Más allá de este llamativo nombre, ¿qué es lo que hay?, ¿hacia dónde nos ofrecen transitar? Una transición se entiende como un proceso de paso de un lugar, de un sistema o de un estado a otro diferente. Por ejemplo, en España se denomina Transición política la que nos llevó de la dictadura a esto que tenemos desde 1975-78 y que muchos llaman “democracia”. Sin embargo, cuando nos hablan de una “transición ecológica” podemos entender más o menos de dónde partimos, pero nadie nos explica hacia dónde se supone que nos quieren dirigir.
Para dificultar aun más la comprensión de lo que se propone, se está utilizando la doble terminología de #TransiciónEnergética / #TransiciónEcológica. Entonces ¿es una transición de un sistema energético a otro? O ¿de una economía a otra… que sea “ecológica”, como parece querer dar a entender el nuevo gobierno español en sus primeras declaraciones?
Curso de verano en la UAM: «Alternativas ecosociales en el siglo de la Gran Prueba»
Entre el 6 y el 8 de setiembre tendrá lugar en la UAM un nuevo curso de verano sobre la crisis ecosocial, dirigido por Jorge Riechmann.
A continuación incluimos su presentación, programa y enlaces para obtener más información e inscribirse:
Sabemos que el crecimiento material no puede continuar indefinidamente en una biosfera finita —y de hecho estamos ya más allá de los límites del crecimiento, por evocar el título del importante primer informe al Club de Roma en 1972—, pero toda nuestra vida socioeconómica y la ideología dominante se organizan en torno a la aberrante suposición contraria. Los plazos y los márgenes de acción para tratar de evitar un colapso ecológico-social se han vuelto más estrechos, al tiempo que se agudiza la incompatibilidad con el capitalismo de las trayectorias que deberíamos seguir (en esas hipotéticas transiciones energéticas, económicas, políticas y culturales). En esta tesitura, ¿qué horizontes avizoramos en 2017? ¿Cabe pensar en ecosocialismos viables en el siglo XXI –que podemos llamar el Siglo de la Gran Prueba? En un marco de desestabilización climática, descenso energético y crisis civilizatoria, ¿qué propuestas valiosas nos llegan desde la reflexión euro-norteamericana —y desde otros ámbitos como América Latina y la India?
Trump: camino del Escenario 3 (por Marga Mediavilla)
(Artículo de Marga Mediavilla publicado el 9 de noviembre en el blog del Grupo de Energía, Economía y Dinámica de Sistemas de la Universidad de Valladolid.)

Donald Trump (fuente: Wikimedia Commons)
¿Qué es el Escenario 3? Los escenarios son una especie de narrativa que intenta atisbar el futuro. Son utilizados por las Naciones Unidas y otras agencias internacionales para intentar predecir el futuro de la humanidad y agrupar sus reflexiones en torno a visiones coherentes. Nosotros llamamos Escenario 3 a una de estas visiones arquetípicas que barajan las agencias internacionales y que utilizamos en nuestro estudio donde las comparábamos con los límites energéticos.
¿Qué hacer en un mundo de recursos menguantes? Debate y documental los días 25 y 28 de octubre en Madrid
Ecologistas en Acción acaban de presentar un doble programa para la próxima semana bajo el título ¿Qué hacer en un mundo de recursos menguantes?.
La primera sesión tendrá lugar el próximo martes 25 de octubre:
Discusión alrededor del libro «La izquierda ante el colapso de la civilización industrial»
Será el día 25 a las 19h en el Centro Cultural Puerta de Toledo (Avd. Gran Vía de San Francisco, 2) de Madrid. Contará con la participación de:
- Juantxo López de Uralde, diputado de Equo.
- Cristina Narbona, ex-Ministra de Medio Ambiente del PSOE y Consejera del Consejo de Seguridad Nuclear.
- Manuel Casal, autor del libro.
Estreno del documental «Decrecimiento: del mito de la abundancia a la simplicidad voluntaria»
El coloquio posterior a la proyección del documental de los hermanos Picazo contará con la intervención de:
- Pedro Prieto, Vicepresidente de AEREN y miembro del consejo internacional de ASPO.
- Emmanuel Rodríguez, miembro de la Fundación de los Comunes y del Observatorio Metropolitano de Madrid.
Este acto tendrá lugar el viernes 28 de octubre, a las 19h en el Centro Cultural Galileo (C/ Galileo, 39) de Madrid.