Marga Mediavilla: «Cuando decimos que es la Última Llamada es porque esto se acaba, ya hemos empezado la cuesta abajo y la tecnología no nos va a salvar»

(Artículo acerca del manifiesto, publicado por Marga Mediavilla, una de las firmantes iniciales, en el web del Grupo de Energía y Dinámica de Sistemas de la Univ. de Valladolid)

Marga Mediavilla. Foto: EQUO

Marga Mediavilla. Foto: EQUO

En estos días un grupo de científicos, ecologistas y activistas sociales hemos redactado un manifiesto para llamar la atención sobre un tema que está ausente de la mayor parte de los debates políticos y cuya importancia, creemos, es enorme.

Cuando uno quiere llamar la atención lanza frases de urgencia, y, por ello, el manifiesto se titula “Última llamada. Esto es más que una crisis económica y de régimen: es una crisis de civilización”. Desgraciadamente esta sociedad está demasiado acostumbrada a la urgencia y, quienes no conocen los datos básicos, nos pueden tachar de alarmistas y contestar con el típico mantra que se suele aplicar a estos casos: “ya muchos antes han profetizado el fin del mundo y eso nunca ha sucedido”.

Por ello me gustaría pedir a las lectoras y lectores que nos den, simplemente, un momento para explicarnos. Antes de acusarnos de fustigar las conciencias con “sermones sobre el Apocalipsis”, por favor, escuchen por qué decimos que, ahora especialmente, estamos viviendo una última llamada.

En estos primeros años del siglo XXI la humanidad está viviendo un momento especialmente crítico porque nos enfrentamos al deterioro de todos los recursos naturales sobre los que descansa nuestra civilización. Muchas personas son conscientes del problema que suponen la contaminación o el cambio climático, pero estos no son los únicos problemas globales que tenemos. Mucho menos conocidos, pero mucho más obvios, son los problemas relacionados con la escasez de recursos naturales (deterioro de acuíferos, tierras fértiles, pesquerías) y, además un problema especialmente importante para la tecnología: el agotamiento de los combustibles fósiles de los que depende el 80% de nuestra energía.

De todos estos límites naturales quizá el energético sea el más decisivo y, probablemente, también el más desconocido. Es decisivo porque toda la tecnología descansa sobre el uso de energía y porque gran parte de las soluciones a problemas como el agotamiento de las tierras fértiles, los acuíferos o el cambio climático, también requieren de energía para poder ser contrarrestados.

Captura revistas científicas acerca del Peak Oil

Figura 1. El pico del petróleo es un tema ampliamente debatido en las publicaciones científicas especializadas en política energética. En las figuras se puede ver el resultado de introducir el término “peak oil” en el buscador de dos de las revistas más relevantes en este tema Energy Policy (con 214 resultados) y Energy (61).

Los combustibles fósiles están empezando a dar señales de agotamiento, especialmente el más versátil y utilizado: el petróleo. En las revistas científicas (ver figura 1) ya hace tiempo que se habla ampliamente de un fenómeno conocido como cenit o pico del petróleo (“peak oil”) que nos dice que, cuando los pozos empiezan a mostrar signos de agotamiento, la extracción se hace forzosamente más lenta. Este fenómeno se está observando ya: la producción de petróleo crudo está cayendo desde el año 2006. Los sustitutos a este petróleo barato y fácil de extraer (como los extraídos mediante fractura hidráulica, de peor calidad y mucho más contaminantes) apenas están consiguiendo aumentar la producción y los expertos coinciden en que antes de 2020 veremos una disminución neta de la producción de petróleo mundial (más detalles).

Si el declive del petróleo se está observando en esta década, el del gas natural se prevé antes de 2035 y el cenit del carbón y el uranio, aunque pueden demorarse un poco más, tendrá probablemente lugar alrededor de 2050 (dependiendo de hasta qué punto su explotación aumente para compensar el declive del gas y el petróleo).

Resultados del modelo WoLim

Figura 2: Resultados del modelo WoLiM (World Limits Model) para la energía para el sector transporte (arriba) y para la energía total (energía primaria, abajo). Las estimaciones de energía de diferentes fuentes son comparadas con la demanda prevista según las tendencias de crecimiento económico e intensidad energética actuales. Las tecnologías alternativas se han estimado en estos resultados según las tendencias actuales de desarrollo. En el estudio completo (todavía en proceso de revisión) se han desarrollado también escenarios con mayores desarrollos tecnológicos obteniéndose resultados que arrojan conclusiones muy similares, especialmente en lo referente al sector transporte.

Ante este hecho, una se pregunta si la tecnología va a ser capaz de proporcionarnos alternativas en forma de energías renovables, fusión o tecnologías del hidrógeno. Esta pregunta es la que nuestro grupo de investigación ha intentando responder con un estudio que hemos llevado a cabo en los últimos siete años. Para ello hemos realizado un análisis detallado de los recursos energéticos mundiales y las tecnologías alternativas con ayuda de simulaciones matemáticas por ordenador. Ello nos ofrece una perspectiva muy amplia de lo que probablemente va a ser el futuro energético del siglo XXI (trabajos anteriores sobre aspectos parciales se pueden ver aquí, y aquí).

Los resultados se pueden resumir en las gráficas de la figura 2. En ellas comparamos la demanda de energía mundial que tendría lugar si continuamos con las tendencias actuales de crecimiento económico y mejora de la eficiencia, con la producción máxima de energía de todo tipo que vamos a poder poner en marcha.

Las conclusiones del estudio son claras: no tenemos tiempo. Deberíamos haber empezado el cambio tecnológico unas décadas antes. En estos momentos las energías alternativas no pueden compensar el declive, especialmente por la falta de sustitutos a los combustibles líquidos, muy dependientes del petróleo. Si hubiera tecnologías mejores por descubrir, no van a llegar a tiempo, porque la tecnología necesita décadas para su desarrollo y el declive empieza ya. Esto quiere decir que vamos a vivir un descenso global de la energía, que va a ser especialmente importante en esta misma década para el sector del transporte.

Estamos empezando la cuesta abajo. Hemos vivido siglos de constante aumento del consumo apoyándonos sobre la energía abundante de los combustibles fósiles y ahora esa energía empieza a disminuir. Empujados por la dinámica demencial de una sociedad basada en el crecimiento, hemos dormido durante décadas cerrando los ojos a lo obvio: los combustibles fósiles no pueden durar siempre.

El pico del petróleo y el cambio climático nos dicen claramente una cosa: ya hemos perdido el avión. El avión de un futuro de consumo creciente impulsado por un fabuloso desarrollo tecnológico se ha marchado ya. Es inútil quedarnos en el aeropuerto esperando a ver si viene otro. En estos momentos lo que tenemos que hacer es ir corriendo a la estación a ver si todavía podemos coger el tren. El tren de un modelo de desarrollo basado en energías renovables y compatible con el Planeta está en el andén, pero tampoco espera y los altavoces de la estación están dando el aviso de salida.

Podemos oír las llamadas de urgencia como la que pretende ser nuestro manifiesto, asustarnos un poco y correr al andén… pero también podemos descalificar a los “agoreros”, quedarnos sentados esperando que nos salve la tecnología y perder el tren. Eso no sería el fin del mundo. Si perdemos el tren de una sociedad industrial sostenible, la vida en el Planeta probablemente continuará y no será el fin de la raza humana. Lo que pasa es que solo nos quedará la opción de realizar el viaje en bicicleta. Nos veremos, probablemente, embarcarnos en un turbulento siglo de guerras por los recursos, estados de caos social, destrucción y declive tecnológico hasta que las sociedades humanas se acomoden a civilizaciones sostenibles con niveles de vida mucho más modestos que los actuales y en un mundo de recursos escasos.

No es cuestión de que cunda el pánico pero sí tenemos que darnos prisa. Una civilización basada en energías renovables, que no sobrexplote los ecosistemas y que mantenga un nivel de vida aceptable para toda la población humana todavía es posible, pero sería una sociedad muy diferente a la que conocemos. Tenemos que realizar un cambio de una magnitud enorme, y eso no se puede hacer en dos días. La transición es posible, pero tenemos que abrir los ojos y hacer caso a los avisos. El tren no espera.


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18 comentarios en “Marga Mediavilla: «Cuando decimos que es la Última Llamada es porque esto se acaba, ya hemos empezado la cuesta abajo y la tecnología no nos va a salvar»

    • Sí, sabemos que muchas de las personas que estáis firmando pensáis que hay que dar más pasos a continuación de vuestra adhesión. Estamos pensando cómo poder dar continuidad a toda esta marea de apoyo y concienciación. Próximamente iremos publicando alguna idea para comenzar a caminar sin demora en la dirección que marca el Manifiesto. Podéis vosotros mismos ir lanzando ideas en los comentarios: serán muy bien venidas 🙂

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    • Muchas personas están manifestando el mismo deseo de hacer algo, lo cual es realmente reconfortante. Pero lo que no sé si tenemos los firmantes ni los promotores del manifiesto es capacidad de organizar un movimiento de ese estilo.

      A mi simplemente me gustaría proponer a todxs los que os habéis sentido tocados que centraseis las respuestas en una reflexión personal ¿cómo podría ser mi vida, mi trabajo, mi forma de consumir o de moverme en un futuro ideal? Necesitamos diseñar otra forma de vivir, y ninguno tenemos las recetas.

      Si tuviera que escoger dos cosas importantes en este momento diría dos: divulgarlo (mucho y especialmente entre gente no concienciada) y soñar-diseñar otra forma de vida.

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  1. Creo que el problema, es que no parece que seamos conscientes, de que no hemos llegado a este punto -avión perdido y a punto de perder el tren- por casualidad. Los que rigen y dirigen esta sociedad -que de haberlos ailos- nos han conducido hasta aquí premeditadamente
    Creo también, que es publica, la intención de esos poderoso, de ir recortando las posibilidades de mantenernos vivos, con la esperanza de que desaparezca el ochenta por ciento de la Humanidad. Pues según los estudios sobre el tema: la vida en este planeta, con un sistema de vida parecido al actual, seria viable para unos dos mil millones de personas

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  2. Pues yo aquí os dejo un artículo (con sus fuentes) que muestra el incremento del 61% entre el 93 y el 2013 de reservas mundiales probadas de petróleo. Con esto, la base/hipótesis sobre la que hicisteis el estudio queda patas arriba. Casi diría que perdisteis el tiempo por no dedicarle un poco más de él a recopilar datos (lo primero que hay que hacer).
    http://www.gurusblog.com/archives/reservas-produccion-petroleo-mundo/03/07/2014/

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    • En primer lugar, la «base/hipótesis» del manifiesto (o ¿te refieres a las investigaciones del Grupo de Energía y Dinámica de Sistemas de la Univ. de Valladolid? …porque no queda claro en tu comentario) no es tan sólo la cuestión del petróleo: hay más límites contra los que nuestra civilización está chocando ya o va a chocar en la próxima década.

      En segundo lugar, el problema del Cénit del Petróleo (o Peak Oil) a nada que lo conozcas sabrás de sobra que no es un problema de reservas, sino de flujo de petróleo a la sociedad, y adicionalmente, de la energía neta (tasa de retorno energético, EROI en inglés) que ese petróleo es capaz de proporcionar. Y ese flujo y esa energía neta están disminuyendo, en una confluencia mortal para nuestro sistema socioeconómico. No tienes más que acudir a la Agencia Internacional de la Energía (imagino que no te resultará una institución más sospechosa que la multinacional BP que citas como fuente… que no «fuentes» como dices tú) para el primero de los datos. Y a los estudios de Charles Hall, p.ej. para la energía neta.

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    • Ya vino Urko a iluminarnos. Efectivamente lo mejor es informarse. Es lo que han hecho los que firman el manifiesto. Tu enlazas una web de pseudo-ciencia (la económica) que se dedica a calentar titulos como gowex para que los cuatro «listos» vivan lujosamente de la multitud de tontos. Te habras quedado calvo…

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    • Urko.

      Con independencia de que leas la muy completa respuesta que Marga Mediavilla se tomó el trabajo de realizar para ti -está el enlace-, de un modo más sencillo para el que pase por el tema permíteme explicarlo de este modo.

      – Tú quieres manzanas. Hay 10 y están en la frutería que queda en la esquina de tu casa.
      – Tú quieres manzanas. Hay 15 pero están en Marruecos.

      Como podrás advertir, no es lo mismo ir «a la esquina» por las manzanas que irte a Marruecos por ellas.

      Lo mismo con el petróleo. Hasta acá extraemos un petróleo muy sencillo y económico de obtener pero, cada vez más «tenemos que ir a Marruecos» por él y, su elevadísimo coste y gran dificultad técnica para acceder al mismo impactan en la línea de flotación de nuestra economía que está organizada en torno a un petróleo barato.

      – Crees que es lo mismo comer manzanas con sólo ir a la esquina o teniendo que organizar un viaje a Marruecos ?… cuesta lo mismo ?, toma el mismo tiempo ?, es tan accesible ?… eso mismo con el petróleo.

      Los campos sencillos -y baratos- actuales están agotándose y, lo que tenemos por delante como «reservas» es caro y difícil y, es muy posible que ni siquiera tengamos recursos para poder explotarlo.

      Revisa las «reservas» venezolanas (las arenas bituminosas de la cuenca del Orinoco a las que hay que lavar -como las canadienses-) o las brasileras (con los campos profundos, offshore y bajo el manto presal) y te darás cuenta CUAN LEJOS queda «Marruecos» en este caso.

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    • El problema no es de falta de reservas, sino de la tasa de extracción de las mismas (que el sistema económico necesita que sea creciente). Un símil muy común es el de una fiesta donde hay un grifo de cerveza. No es lo mismo la cerveza que tienes en el barril, la que tienes en unos barriles en un almacén, o la que podrás tener el año que viene después de plantar cebada. Puede que tengas muchas tierras para plantar cebada, pero esa cerveza no la tienes aún.

      Y más aún, aunque tengas un barril muy gordo, solo podrás extraer de él la que te permita el grifo, todo el rato abierto. Si entra más gente en la fiesta y pide más cerveza de la que puede servir tu grifo, ya tienes el problema, por mucha cerveza que tengas en el barril.

      Actualmente el problema no es de tener cerveza en el barril, sino del grifo (incapacidad de aumentar la tasa de extracción de crudo).

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  3. Creo que este asunto, es simple cuestión de sentido común; llevo varios años intuyendo y percibiendo que este sistema de vida no se puede sostener durante mucho más tiempo.
    Opino, que aquello de «creced y multiplicaos» ya ha hecho bastante daño. La primera medida que yo tomaría para no sucumbir ante este abismo, sería, un riguroso
    CONTROL DE NATALIDAD.

    Un cordial saludo
    Francisco Latorre

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    • Estoy de acuerdo:
      – Control de natalidad. (Frente a los pro-natalistas, fanáticos religiosos y pro-vida).
      – Control del enriquecimiento y la apropiación en manos de unos pocos de los escasos recursos. (Ellos Sí se están preparando para acapararlos y defenderlos por la fuerza)
      – y el 3º punto que es el mas importante, el que dice Margarita: ¿somos capaces de vivir mejor consumiendo menos? (en conjunto = de media, claro está): A mí no me cuesta mucho imaginarlo. Es mucho más una cuestión de preferencia ideológica que de verdadera escasez material. Pero en este 3º punto volvemos a tener enfrente a otros que por nada del mundo cederían una pizca de su apuesta por su modo de vida: enriquecerse por encima de todo.

      Lo siento si lanzo una visión muy polarizada. Pero en los 3 casos chocamos con la visión del mundo que tienen las derechas y las religiones (vaya coincidencia).

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  4. todo lo que decís se sabe desde hace muchísimo tiempo, pero el problema persiste por la imposibilidad de que los que tienen razón consigan poder decisorio. la transformación tiene que ser más política que de toma de conciencia, más extrema cuanto más urgente, más inteligente que sus enemigos cuando se juega hasta nuestra posibilidad de ser, de existir con dignidad

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  5. Bajo mi modesta opinión hay una cuestión que no se suele comentar mucho, sobre «qué puede hacer cada uno para en la medida de sus posibilidades», de manera inmediata. Tiene que ver con la forma de alimentarse. Concretamente consiste en convertirse en vegetariano estricto, es decir, nada de carne, pescado, huevos y leche. Aparte de las enorme implicaciones que el consumo de estos productos tienen actualmente en el deterioro de la salud (atiborrados de hormonas, antibioticos, transgénicos, metales pesados, acidificación del organismo volviéndolo más vulnerable al desarrollo de distintas patologías entre ellas el cancer, etc), su eliminación total solucionaría de golpe varios problemas asociados, como puede ser la liberación de un tercio de la tierra fértil que se dedica a la siembra de maiz, soja, etc. para proveer de piensos a los animales, la eliminación de enormes reservas hídricas actualmente dedicadas a estos sectores, eliminacion de todo tipo de contaminantes a las distintas fuentes hídricas (purinas, etc). La eficiencia en términos calóricos también demuestra lo inviable del plantemiento alimentario actual, se necesitan siete calorias vegetales para producir una caloría animal.

    En fin, a poco que se investigue se sacan conclusiones inmediatas y de factible puesta en práctica. Mi familia es vegana, nuestra salud ha mejorado enormente y además tenemos nuestra conciencia un poco mas tranquila.

    Anímense.

    Roberto Gutiérrez

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  6. Hola Margarita, deberiamos encontrar la forma de armar un movimiento global que multiplique todos los esfuerzos que se vienen haciendo, e ir mas alla, con un plan y estrategia concretos. Deberíamos poder armar un proyecto alternativo económico y social antes de que el actual se desmorone y el caos ya no permita organizarse. El diagnóstico es bastante concreto, hay que operar de urgencia al paciente. Los que logramos comprender la situación, somos lo que debemos actuar. Problemas grandes y urgentes, requieren soluciones grandes y urgentes. En lo personal estoy trabajando en un plan de acción global, absolutamente rústico e incompleto teniendo en cuenta mis limitaciones, ojalá podamos juntar voluntades y esfuerzos para elaborar un plan/modelo alternativo presentable a la sociedad. Sino dentro de algunos años cuando comience la debacle, diremos «es que nosotros lo avisamos!», pero no hicimos mucho mas para evitarlo. Saludos!

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  8. Fernando

    yo no sé realmente cómo se podría empezar un movimiento global que empiece a dar frutos y cambiar las conciencias masivamente. En Inglaterra tuvo cierto éxito el movimiento de las ciudades en transición, pero hace tiempo que no se sabe de ellas demasiado. Creo que el tema mediático es fundamental. El movimiento de la Transición surgió cuando en el Reino Unido el tema del pico del petróleo llegó al parlamento, además los ingleses vieron cómo su producción de petróleo caía abruptamente.

    No sé, quizá no es cuestión de hacer grandes movimientos sino pequeños y constantes pasos. A mi a veces se me ocurren ideas que no tengo energía para llevar a la práctica, pero me parece que podrían tener éxito y ser divertidas, por ejemplo:

    -grupos de «guerrilleras del bien común» que se junten en grupo para armar la revolución cada vez que vayan de compras. Es decir, grupos de personas que vayan a las tiendas preguntando cómo y dónde se han fabricado las cosas y si se puede hacer mejor, si se pueden adquirir con menos envases, que vayan «molestando» a las tiendas y a las empresas a base de preguntar si las cosas se pueden hacer mejor, que lleven sus bolsas y sus envases, y cuenten sus experiencias, que den un baremo de las prácticas responsables de las tiendas de su barrio….

    -el periódico del bar. Los medios de comunicación son fundamentales, somos como una sociedad sin nervios, pero los periódicos necesitan mucho dinero. Sin embargo hay un lugar donde el coste del periódico se amortiza, porque lo leen muchas personas: el bar. ¿Y si los medios de comunicación alternativos que ahora hay en internet hacen ediciones en papel para leer en los bares? Mucha gente estaría dispuesta a suscribirse a ellos solo porque sus vecinos los leyeran en el bar.

    En fin… se admiten ideas y sugerencias.

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